México : Rodrigo Gris Castro: recolectando historias Lavalla200>
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Rodrigo Gris Castro, de la Provincia de México Occidental, participó durante tres años en el Proyecto LaValla200>. Estuvo en la Comunidad Mount Druitt, Sídney, Australia, desde abril de 2017 hasta mayo de 2020, con su esposa, Argelia Hernández Mendoza.
En esta entrevista, Rodrigo comparte algunos de los elementos que más lo marcaron y que fueron significativos en este tiempo de experiencia.
¿Cuáles fueran las motivaciones para dejar todo para participar en una Comunidad Internacional e intercultural?
Salir de nuestra zona de confort, con ayuda de la celebración previa al bicentenario Marista. Un nuevo comienzo, 200 años. La invitación para crear nuevas comunidades mixtas en el Instituto. Una motivación grande fue la carta del Hermano Emili Turu, “La Danza de la Misión” y respondiendo a la pregunta: ¿qué harías si no tuvieras miedo?
Cuente brevemente lo que más te ha marcado en la vida de comunidad
Compartir nuestra vocación, vivir con alegría, juntos como una familia, laicos y hermanos religiosos. Colaborando juntos en el trabajo del día. Compartir la riqueza de nuestro ser, compartir la riqueza de nuestra vocación particular. Realizar la oración comunitaria, ayudar en la cocina y compartir los alimentos. Es importante compartir momentos de alegría, de solidaridad. Es importante compartir nuestra cultura.
¿Y en la misión de la comunidad?
Es importante vivir en la periferia de la ciudad. Conocer la realidad y trabajar en la misión con ayuda de la comunidad LaValla200> Realizar la misión juntos como un equipo. Lograr tener un impacto positivo en nuestra misión con los niños y jóvenes en situación vulnerable. Trabajar en equipo con la Parroquia local, y también con la diócesis. Apoyar en la misión Marista de la Provincia en Australia. Involucrarnos con las actividades de los jóvenes Maristas y con la Asociación Marista. Ayudar con la educación a los niños de las comunidades Aborígenes, ser solidarios con las mujeres y sus familias aborígenes.
Vivimos un nuevo comienzo Marista. Vivimos con la alegría del Evangelio. Somos cómplices del Espíritu. Todos juntos laicos y hermanos alrededor de la misma mesa.
¿Cuál es la imagen que piensa sea lo más significativo en esta experiencia?
Trabajar en la periferia de Mount Druitt, con los niños y jóvenes vulnerables. En particular con las familias Aborígenes. Compartir los alimentos con las mujeres aborígenes. Celebrar la vida como familia Marista. Celebrar el encuentro, el esfuerzo, el trabajo, celebrar la vida y celebrar cada oportunidad con la alegría del Evangelio.
Somos una gran familia Marista Internacional. Compartimos el mismo carisma, el mismo espíritu.
¿Cuáles fueron los mayores desafíos en este tiempo?
Vivir en la periferia no es fácil. La interculturalidad es interesante cuando enfrentamos algo diferente, nuevo, desconocido. El idioma es otro obstáculo. El acompañamiento para los laicos, para las mujeres es un desafió. Necesitamos más acompañamiento, en particular los laicos Maristas.
¿Qué gustaría de decir a los hermanos y laicos maristas que deseen participar en las Comunidades Lavalla200> u otro proyecto internacional/intercultural del Instituto?
¿Qué harías si no tuvieras miedo? Bienvenido a la familia LaValla200> Gracias por escuchar la voz del Espíritu en tu corazón. Con alegría puedes compartir la vida en la misión internacional. Busca primero el reino de Dios, y todo lo demás llegará por añadidura.
Fuente : www.champagnat.org