Falleció el Hermano Angelo Zuchett Girardi (q.e.p.d.)
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Lamentamos comunicarles el sensible fallecimiento del querido y recordado Hermano ANGELO ZUCHETT GIRARDI, (q.e.p.d.), acaecido ayer martes 18 de Abril de 2017, a los 94 años de edad,
en la Casa de reposo que los Hermanos tienen en Santiago, como consecuencia de un paro cardiorrespiratorio. Fue Director de nuestro Colegio entre los años 1975 y 1980. En la década de los ´60 integró la Comunidad de nuestro Colegio, siendo Profesor de Física y Matemáticas. Su partida a la Casa del Padre sucedió en un nuevo aniversario de la Canonización de San Marcelino Champagnat.
Fue uno de los pocos Hermanos de origen italiano que llegaron a nuestro país. Integró las Comunidades de Rancagua y Los Andes, en los que fue Director, Ecónomo y Profesor de Física y Matemáticas.
Era de carácter tranquilo, delicado en el trato, respetuoso, discreto, estudioso, siempre sonriente, lo que era reflejo de una gran espiritualidad.
Sus restos están siendo velados en la Casa de Reposo de calle Monseñor Sótero Sanz y la misa de funeral será mañana jueves 20 de abril a las 12:30 horas en la capilla del Cementerio Católico, ubicado en Recoleta, frente al Cementerio General. Invitamos a los exalumnos que residan en Santiago a acompañar a nuestro querido Hermano Angelo a su última morada.
Extractamos del libro “Historia del Instituto Chacabuco de Los Andes” , escrito por el exalumno y Director de nuestro Centro, René León Gallardo, algunos párrafos que hablan del trabajo realizado por el Hermano Angelo durante los años de su Directorado en nuestro Colegio.
El 25 de enero del año 1975, asume la dirección del Colegio, el Hermano Ángelo Zucchet Girardi, aunque italiano de origen, supo hacer de las tierras aconcagüinas su lugar natural. Ocupó su cargo hasta el 3 de enero de 1981. Como religioso, su nombre fue H. Efrem Giovanni. Mientras estuvo en nuestro Colegio lo conocimos como el Hermano Juan.
Durante el tiempo que permaneció como Director del Chacabuco se continuaron las obras de adelanto en el Gimnasio, con la instalación de tribunas con capacidad para 1.500 personas, además de modernizar los gabinetes de medios audiovisuales, química, física y biología.
En este período el Hermano Angelo hizo revivir el interés del Colegio por adquirir un terreno para realizar actividades deportivas, en reunión del Centro de Padres y Apoderados del 7 de septiembre de 1976. En esa misma oportunidad, se nombró una comisión integrada por la Sra. Clara de Zenteno y los señores Silvio Zenteno y Francisco Perinetti para ver las posibilidades de adquirir un terreno para la construcción de un Estadio Marista. También, “se acordó por unanimidad, que todos los alumnos, exalumnos, profesores y apoderados trabajarían voluntariamente, en cualquier faena que se presentara en el transcurso de la construcción del estadio”.
Durante la gestión del Hno. Angelo, el establecimiento vio nuevamente incrementada su superficie, gracias a la adquisición del paño que antes ocupaba la conocida fábrica de Cerámica Artística de Los Andes. La venta la hizo su propietario, don Carlos Rivacoba Bertelsen, gran benefactor, antiguo amigo del Instituto y miembro del primer directorio del Centro de Padres y Apoderados.
Apoyados en la fe emanada de la enseñanza cristiana recibida en las Aulas Maristas, elevamos nuestras fervientes oraciones por el eterno descanso de su alma, juntamente con encomendarla en nuestras oraciones, por lo que creemos que ya ha sido acogida en el Reino de Dios y duerme en la paz del Señor.
Estamos tristes por su alejamiento físico, pero alegres al mismo tiempo, porque tenemos otro santo Hermano en el Cielo, junto al Señor y a nuestra Buena Madre, que perseveró en su vocación y que está integrando la pléyade de Hermanos que forman la hermosa Provincia Marista del Cielo junto al Padre Champagnat, y desde donde, estamos seguros, seguirá rogando al Señor por la Obra Marista de Chile y del mundo.
Oración por los Difuntos
¡Oh Dios! Nuestro Creador y Redentor, con tu poder Cristo conquistó la muerte y volvió a Ti glorioso.
Que todos tus hijos que nos han precedido en la fe participen de su victoria y disfruten para siempre de la visión de tu gloria donde Cristo vive y reina contigo y el Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. Amén
Dales, Señor, el descanso eterno. Brille para ellos la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.
María, Madre de Dios, y Madre de misericordia, ruega por nosotros y por todos los que han muerto en el regazo del Señor. Amén.