Falleció el exalumno Eulogio Heredia Arismendi (q.e.p.d.)
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Lamentamos comunicarles el sensible fallecimiento de quien fuera Presidente de la Federación Nacional de Exalumnos Maristas de Chile
y el último Presidente de la Unión Mundial de Exalumnos Maristas, nuestro querido y recordado exalumno, egresado de nuestro Colegio en 1933, EULOGIO HEREDIA ARISMENDI, ( q.e.p.d.) acaecido el pasado día 19 de Enero de 2008 en Santiago,a la edad de 87 años.
Cuesta resumir su larga trayectoria marista y otras facetas como empresario, benefactor y director de instituciones de servicio.
Hizo sus estudios en nuestro Colegio, desde donde egresó en 1933, donde se empapó en plenitud del espíritu marista bajo la tutela de los hermanos que, además de la enseñanza le inculcaron el profundo amor a la Buena Madre y a nuestro querido fundador, San Marcelino Champagnat. Esta etapa de su formación lo marcó para toda su vida, ya que jamás claudicó de ella.
Luego de su paso por el Instituto continuó su formación profesional, para incursionar en el mundo de los negocios; primero en la zona, en 1953, con un pequeño molino de trigo en San Felipe Se traslada posteriormente a Santiago, donde se radicó. Fue ampliando sus actividades, contando en la actualidad con cinco plantas procesadoras del trigo en varios puntos del país.
Su permanente espíritu de servicio lo llevó a participar en varias instituciones como Rotary Club, Círculo Español, Club Unión Española y la Federación Nacional de Exalumnos Maristas, entre otras. Fue designado Presidente de esta institución en méritos a su reconocido espíritu marista. Es en ella donde volcó toda su voluntad, capacidad de trabajo y amor a la Familia Marista, logrando formar un equipo de apoyo al que transmitió su entusiasmo y vocación de servicio.
Es indudable que la culminación de una época de gran dedicación para consolidar la Federación fue la organización del Noveno Congreso de la Unión Mundial de Exalumnos, realizado en Chile entre el 12 y el 17 de Noviembre de 1982.
Asistió al Octavo Congreso Mundial en Melbourne, en enero de 1978 para recibir el bastón de mando. Así se inició una jornada prolongada por cuatro años, plena de actividades de todo tipo, considerando lo que significa una organización de esta envergadura. Ahí Eulogio mostró toda su capacidad de líder, siempre muy bien secundado por su esposa Anita, que lo apoyó con mucho amor y comprensión.
Las expresiones de sentimiento de sus hijos y nietos en la misa de funeral reflejan claramente su aptitud para formar una familia muy unida en torno a un padre y abuelo derrochando el amor por todos sus seres queridos, como transmitiendo, tal vez sin darse cuenta, todo lo que anidaba en su corazón desde un lejano día cuando llegó a recibir sus primeras lecciones en el Instituto Chacabuco. Dejó una tarea a todos ellos para mantener y transmitir a sus descendientes ese espíritu.
Entregamos a la Sra. Anita, sus hijos y nietos en este momento nuestra expresión de pesar, aun cuando sabemos que ya el Señor lo ha acogido en su Reino y está disfrutando de la vida eterna, para la cual se ha hecho merecidamente acreedor.
Oración por los Difuntos
¡Oh Dios! Nuestro Creador y Redentor, con tu poder Cristo conquistó la muerte y volvió a Ti glorioso.
Que todos tus hijos que nos han precedido en la fe participen de su victoria y disfruten para siempre de la visión de tu gloria donde Cristo vive y reina contigo y el Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos.Amén.
Dales, Señor, el descanso eterno.
Brille para ellos la luz perpetua.Descansen en paz. Amén.
María, Madre de Dios, y Madre de misericordia, ruega por nosotros y por todos los que han muerto en el regazo del Señor. Amén.
Acompañamos a su esposa Anita y a sus hijos por esta irreparable pérdida de su querido esposo y padre.
Apoyados en la fe emanada de la enseñanza cristiana recibida en las Aulas Maristas, elevamos nuestras fervientes oraciones por el eterno descanso de su alma, juntamente con encomendarla en nuestras oraciones, por lo que creemos que ya ha sido acogida en el Reino de Dios y duerme en la paz del Señor.
Texto y fotografías : José Abadie Gallardo.